En este post queríamos hacer una reflexión sobre lo que supone viajar lejos durante largo tiempo, sobre todo a lo que las relaciones respecta.
Cuando tomamos la decisión de hacer este viaje sabíamos que era una oportunidad inigualable, que poca gente tiene la opción de vivir esto, y eso es algo que valoramos mucho. Sabíamos que conoceríamos gente y lugares especiales, viviríamos aventuras y meteríamos nuevas historias en la mochila, pero antes de hacer este viaje, no eramos tan conscientes de que en casa, en Euskal Herria, también pasarían cosas que nos ibamos a perder como bodas de amigxs, ver crecer a lxs niñxs que nos rodean, compartir ratos y experiencias con familia y amigxs...
Estando aquí es fácil pensar, reflexionar, sentir... mucho más fácil que cuando se está metida en una rutina donde todo va muy deprisa y nos cuesta sacar un rato para nosotras. Viendo la vida con un poco de perspectiva, todo se ve más claro. También da tiempo para pensar en la gente que te rodea, en las relaciones que se manejan en el día a día, en personas importantes que han pasado por tu vida, aunque solo fuera por un corto tiempo.
Momentos de reflexión, quitando el ruido de la mente, me han llevado a darme cuenta de errores que yo también he cometido a lo largo de mis años, incluso a pedir perdón por alguno de ellos. No es fácil pedir perdón, pero cuando lo sientes de verdad, reconforta.
Las relaciones que se mantienen a tanta distancia, suponen un esfuerzo, un interes, mejor dicho.
Yo ya había hecho algunos viajes un poco largos, y ya me había pasado esto que estoy contando anteriormente, aunque no había reflexionado tanto en ello.
En mi caso siento que las relaciones, con la distancia, mejoran o son más puras. Sobre todo con los de casa. Hablo más con mi familia que cuando estoy allá, y casi siempre es para compartir experiencias, contarnos cosas, decirnos cuanto nos acordamos los unos de los otros, estar de buen rollo, aprovechar cada minuto de "skype" para dedicarnos buenas palabras, y en mi caso, me sirve para agradecerles esto. Porque si no fuera por los de casa, por el apoyo incondicional y el tipo de educación que ellos me han dado, yo no estaría aquí.
La distancia me ayuda a ser más agradecida, a sentir más cerca a mucha gente (aunque este mucho más lejos), a apreciar lo que tengo en mi vida, a valorar a mis amigxs, a saber con quien puedo contar... me ayuda a ser consciente de la suerte que tengo por nacer donde he nacido y rodeada de esa gente a la que puedo llamar "mi gente". Muchas gracias por estar ahí! Me siento super afortunada!
iruzkinik ez:
Argitaratu iruzkina